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El suelo pélvico en los hombres

En la actualidad, está de moda hablar del suelo pélvico, pero casi siempre se hace del de las mujeres. Y tiene su lógica, ya que los cambios hormonales, el embarazo o el parto, pueden generar prolapsos de las vísceras pélvicas tanto en la vejiga, como en el recto o  útero. Y los síntomas que dan son: problemas como la incontinencia urinaria, orinar frecuentemente, dificultad para hacerlo o urgencia si sucede en la vejiga; estreñimiento, dificultad para defecar o dolores en las deposiciones si afecta al recto y problemas sexuales, sensación de pesadez o heridas en la vagina si se trata de prolapso uterino.

Pero no podemos olvidar, que es un tema que afecta también a los hombres porque ¡los hombres también tienen suelo pélvico! Y los problemas que pueden derivarse principalmente son: incontinencia y problemas urinarios y de próstata.

Éste es un tema que nos importa especialmente por nuestra vinculación con el deporte, ya que el suelo pélvico también se puede lesionar debido al deporte mal realizado o a una práctica excesiva. Por ello, los deportistas forman parte potencial de este problema.

En el post de hoy vamos a intentar aclarar algunos conceptos relacionados con el suelo pélvico en los hombres.

¿Qué es el suelo pélvico?

Como ya os comentábamos en el post ¿Qué es el suelo pélvico?, cuando hablamos de suelo pélvico nos estamos refiriendo al conjunto de músculos, ligamentos y fascias que cumplen la función de cerrar el suelo del abdomen, así como de mantener en posición correcta y en suspensión la vejiga, el útero y el recto en contra de la fuerza de la gravedad, evitando que no se hernien o caigan hacia abajo.

También debe permitir el paso del interior al exterior del cuerpo a través del recto, uretra y/o vagina. Deberá disponer, por tanto, de orificios para el paso de dichos conductos. En las mujeres, además, tiene que permitir el paso del feto en el momento del parto, para lo cual deberá distenderse enormemente.

El suelo pélvico es de vital importancia por la cantidad de músculos, ligamentos y huesos que están interrelacionados. Sostiene, como hemos mencionado, los órganos reproductivos y con ellos, también los digestivos. Pero además, la columna, cadera, pelvis y piernas afectan y son afectadas por el suelo pélvico.

Y en el caso concreto de los hombres, rodea el ano y la uretra, formando parte de los esfínteres.

Las tres estructuras anatómicas que lo forman son:

• Músculos: el principal de ellos es el músculo elevador del ano, esencial en los procesos de continencia de orina y heces.

• Ligamentos: que anclan las vísceras a la pared ósea de la pelvis. Los ligamentos son estructuras muy recias, de una gran resistencia y cierta elasticidad.

• Fascias: láminas de tejido conjuntivo que recubren las vísceras de la pelvis como un envoltorio, facilitando su anclaje y sujeción a los ligamentos de la pelvis y, a través de éstos, a las paredes óseas.

El suelo pélvico masculino. Causas que lo debilitan

En el hombre los músculos del perineo sostienen su vejiga y el intestino (el colon). El conducto urinario (uretra) y el recto pasan a través de los músculos del piso pélvico. Dichos músculos ayudan a controlar la vejiga e intestino. También ayudan en la función sexual. Por ello, es vital mantener fuertes los músculos de perineo.

Los hombres necesitan tener fuertes músculos del perineo, cualquiera que sea su edad.

Los músculos pélvicos pueden debilitarse debido a:

–          Cirugía para corregir problemas en la vejiga o intestinos

–          Estreñimiento

–          Sobrepeso

–          Levantar pesos excesivos

–          Tos prolongada (tos del fumador, bronquitis, o asma)

–          Falta de ejercicio

–        Practicar deportes en los que haya incremento brusco de la presión abdominal (baloncesto, tenis, atletismo, ciclismo, halterofilia, etc.)

–          Vestirse con prendas ajustadas

–          Tocar instrumentos de viento

–       El envejecimiento porque supone una pérdida progresiva de masa y tono muscular.

¿Cómo localizarlo en el hombre?

Lo primero es determinar de qué estamos hablando realmente, es decir, localizar el suelo pélvico en nuestro cuerpo para poder precisar cuáles son los músculos que necesitamos ejercitar, bien sea por prescripción médica, bien sea para tener una mejor calidad de vida.

Para ello vamos a hacer 4 sencillos ejercicios:

1. Siéntate o tiéndete con los músculos de muslos y nalgas relajados. Utiliza un espejo de mano para observar la contracción de los músculos pélvicos.

2. Aprieta y contrae el anillo muscular alrededor del recto como si quisieses evitar el paso de gases. Ahora relaja ese músculo. Aprieta y relaja dos o tres veces hasta estar seguro de haber encontrado los músculos correctos. Trata de no apretar las nalgas.

3. Al orinar trata de interrumpir el chorro, y luego comienza a orinar de nuevo. Haz esto para saber cuáles son los músculos correctos que debes usar, pero sólo hazlo una vez por semana, ya que con mayor frecuencia la vejiga no se vaciaría como debería.

4. Ponte de costado frente a un espejo, sin ropa. A medida que contraes firmemente los músculos pélvicos y los mantienes contraídos, verás cómo el pene se retrae y el escroto se levanta.

Si no sientes que puedes “apretar y levantar” los músculos pélvicos, si no te es posible aminorar el chorro de orina, o si no observas ningún movimiento del escroto y el pene, entonces es importante que realices ejercicios para fortalecer dichos músculos y que te pongas en contacto con un especialista. En caso de poder realizarlos correctamente, puedes también ejercitarlo para disfrutar de una vida sexual más plena entre otras cosas.

suelo pelvico masculino

Ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico masculino

Ya os hemos hablado en diferentes posts, de los beneficios de estos ejercicios para fortalecer el suelo pélvico sobre todo femenino. Vamos a ver ahora qué ejercicios benefician a los hombres.

Adopta una postura cómoda. Para ello puedes estar sentado, de pie o acostado.

Al principio, es posible que la postura más cómoda sea la de sentado, pero a medida que los músculos se fortalezcan, deberías poder hacer los ejercicios en las tres posiciones.

Contrae los músculos del piso pélvico durante cinco segundos, luego relájalos durante cinco segundos. El objetivo es llegar a contracciones que duren diez segundos, seguidas de diez segundos de relajación. Repítelo diez veces. Sigue con dos series de cinco contracciones fuertes y rápidas. A lo largo del día realiza tres series de estos ejercicios para el suelo pélvico.

Tenemos que tener en cuenta algunos aspectos para realizarlos de forma correcta y efectiva. Entre ellos están:

– Intentaremos no usar los músculos del estómago, de los muslos o las nalgas. Para saber si los estamos utilizando o no, vamos a colocar la mano sobre el abdomen, si sentimos que se mueve, es porque estamos usando los músculos del estómago.

– Procuraremos respirar libremente y sin contener la respiración. Podemos hablar mientras hace los ejercicios para asegurarnos de no controlar la respiración.

– Tendremos en cuenta, no hacer los ejercicios de Kegel cuando estemos cansados. Este músculo no es diferente a otro músculo del cuerpo, y no obtendremos la respuesta que deseada si el músculo está cansado.

– Se hacemos correctamente los ejercicios deberíamos comenzar a notar mejoría unas dos semanas después de hacer los ejercicios de Kegel.

– Y para terminar, es muy importante, que formen parte de tu rutina diaria: crea un hábito. Es importante que incluyas los ejercicios de Kegel en tu día a día. Los puedes realizar en cualquier lugar y en cualquier momento.

Si tienes alguna duda o consulta escríbenos e intentaremos ayudarte.

Pilates para la rehabilitación del suelo pélvico

Ya hemos visto en ocasiones anteriores cuáles son las causas del debilitamiento de los músculos del suelo pélvico. El embarazo y el posterior parto, la menopausia o la obesidad son algunas de las principales causas de que estos músculos se debiliten y puedan acabar en problemas de incontinencia, sexuales o, incluso, de prolapso (caída del útero y la vejiga). Para evitar que esto ocurra pueden realizarse gran variedad de ejercicios que permitan ejercitar y fortalecer estos músculos del suelo pélvico.

En esta ocasión vamos a hablar de los beneficios de el Pilates para la rehabilitación del suelo pélvico. Una excelente disciplina para rehabilitar esta parte de nuestra anatomía debilitada. En el suelo pélvico se encuentran los músculos y los ligamentos que cierran la cavidad abdominal y que se encargan de mantener en su sitio la vejiga y la uretra, el útero y la vagina y el recto. Por lo que mantener en buen estado el suelo pélvico hará que estos órganos funcionen bien o no.

Los beneficios del Pilates para la rehabilitación del suelo pélvico pasan por lograr la correcta alineación del cuerpo y conseguir la correcta estabilidad de la región lumbo-pélvica, haciendo trabajar a los músculos abdominales y a los del suelo pélvico que son los que contribuyen en la sujeción de las vísceras, en la continencia urinaria y en el equilibro del cuerpo.

El mayor de los beneficios a la hora de practicar el método Pliates para la recuperación del suelo pélvico es que se trata de ejercicios que requieren de una gran precisión y control porque trabajan de manera simultánea el fortalecimiento y el estiramiento de los músculos.

También existen ejercicios específicos de Pilates orientados a mujeres embarazadas que, entre otras cosas, ayudan a preparar la parte inferior del cuerpo y el suelo pélvico para el aumento de peso del abdomen o que ayudan a estirar y mantener el tono de los músculos sobre los que recae el peso del cuerpo.

Sin embargo, antes de comenzar a ejercitar el suelo pélvico con el método Pilates hay que asegurarse de que se trata de la mejor alternativa para cada paciente, ya que se trata de ejercicios muy exigentes ante los que un suelo pélvico con problemas o muy débil quizá no responda correctamente. Por ello conviene consultar a un especialista y realizar estos ejercicios supervisados por profesionales.

Laura Alonso

Rehabilitación del suelo pélvico

Para rehabilitar el suelo pélvico las bolas chinas, los estimuladores y los conos vaginales se postulan como los productos más eficaces.

A la hora de hablar de la rehabilitación del suelo pélvico, en primer lugar debemos preguntarnos

¿Qué es el suelo pélvico?.

Se trata de un sistema de ligamentos y músculos que cierran el suelo del abdomen manteniendo en posición correcta y en suspensión la vejiga, el útero y el recto.

El debilitamiento del suelo pélvico puede generar trastornos como pueden ser, las disfunciones miccionales crónicas, dificultad al orinar , prolapsos vaginales (son las caídas de las vísceras pélvicas que pueden llegar a asomar por la vagina), dolor durante las relaciones sexuales y sobre todo, incontinencia urinaria.

Las principales causas por las que se debe comenzar la rehabilitación del suelo pélvico son el embarazo, partos, menopausia e incluso por herencia genética. En los casos de embarazo y parto, podrían decirse que van de la mano al tratarse de dos acciones generadas en un mismo proceso.

Uno de los productos más eficaces a la hora de rehabilitar el suelo pélvico, son las bolas chinas.

¿Cómo funcionan las bolas chinas?

Este dispositivo permite ejercitar la vagina y tonificar los músculos del suelo pélvico. Estas bolas están constituidas por dos bolas de peso ligero que al juntarse con las dos bolas internas, produce un vacío en el interior. El movimiento al caminar o al moverse con ellas dentro, produce vibraciones y la contracción de los músculos de la vagina.

Además se trata de un dispositivo muy sencillo y discreto.

Muy similares a las bolas chinas, se encuentran los conos vaginales. Estos objetos, de gran valor en la rehabilitación del suelo pélvico, son dispositivos hipoalergénicos que se introducen en la vagina .

¿Como se utilizan los conos vaginales?

El tratamiento con los conos vaginales consiste en la inserción de un peso en forma de cono en el interior de la vagina. Cada cono tiene un peso diferente, pero son todos del mismo tamaño y se utilizan de la misma manera.

Se recomienda utilizar los conos ( pesas) un mínimo de 15-20 minutos y 2-3 veces al día. Cuando introducimos el cono en la vagina, éste por el efecto de la gravedad tenderá a salirse. Por efecto reflejo realizamos una contracción de los músculos para evitar que el cono se caiga. Al contraer y relajar la musculatura pélvica fortalecemos el suelo pélvico.

Por último, destacaremos dos dispositivos muy recomendables para la rehabilitación del suelo pélvico. Uno de ellos, es el estimulador de suelo pélvico PERICALM, un estimulador de doble canal que incorpora una pantalla digital. Contiene programas pre-establecidos para la incontinencia de esfuerzo, urgencia y mixta, sin olvidarnos del dolor pélvico.

Y finalizamos con los indicadores de contracción. Destacamos el EDUCATOR, para tonificar la musculatura del suelo pélvico y fortalecerla antes del embarazo, o bien después del parto.

Ander González

 

¿Qué es el suelo pélvico?

Se suele sufrir en silencio, a muchas mujeres les avergüenza admitirlo, pero el debilitamiento del suelo pélvico es un problema que ya afecta a un tercio de la población femenina.

Es cierto que el suelo pélvico no son unos músculos y ligamentos en los que se repare mucho, pero nadie puede negar que cumplen una función vital: cerrar el suelo del abdomen manteniendo en posición correcta y en suspensión la vejiga, el útero y el recto en contra de la fuerza de la gravedad.

Los problemas en esa zona son más frecuentes en las mujeres. El embarazo, el parto y la menopausia suelen causar trastornos en el suelo pélvico pero también lo hacen algunos deportes de ‘saltos’ e ‘impacto’ (como la pértiga), la tos crónica o hábitos tan cotidianos como retener la orina o vestir prendas muy ajustadas.

Pero ¿cómo se puede saber si sufrimos un problema de suelo pélvico? La manifestación más habitual es la incontinencia urinaria. ¿Recuerdan a Concha Velasco anunciando una marca de compresas para la pérdida de orina? Según han reconocido algunos fisioterapeutas, ese pequeño gesto provocó que el problema dejara de ser un tema tabú y que muchas mujeres se sintieran acompañadas en su padecimiento.

Pero trabajo de concienciación aparte, los prolapsos (caída de los órganos intrabdominales) y disfunciones sexuales también debilitan el suelo pélvico.

¿Se pueden atajar todas estas patologías o por el contrario una vez diagnosticadas no nos quedará otra que convivir con ellas? Hace falta esforzarse pero sí, sus efectos pueden ser menos molestos para el día a día siempre que se fortalezcan los músculos del suelo pélvico. Existen tablas de ejercicios -la más conocida es la de Kegel- que ayudan a corregir la postura global corporal. Pero hay otros tratamientos que optan por utilizar corrientes eléctricas, conos vaginales o incluso bolas chinas.

Irene Perezagua