Suelo pélvico en el embarazo

Si vas a ser madre es importante que conozcas los cambios que sufrirá el suelo pélvico en el embarazo; las ventajas que tiene fortalecer tu suelo pélvico son diversas y realmente interesantes

Tonificar la musculatura perineal y del suelo pélvico en el embarazo no sólo te ayudará a que el parto sea más fácil, sino que evitará algunos efectos no deseados durante los meses posteriores, como por ejemplo la incontinencia urinaria de esfuerzo.

Los ejercicios más conocidos para fortalecer el suelo pélvico en el embarazo y  preparar el cuerpo para el momento clave son los de Kegel. Se basan en la contracción muscular. Pero para comenzar a seguir sus indicaciones primero tienes que identificar los músculos de tu suelo pélvico. Es fácil. Puedes hacerlo en el momento de orinar. Trata de retener el flujo de orina y estarás contrayendo esos músculos.

Lo mejor de Kegel es que puede hacerlo en cualquier momento del día sin que nadie lo note. Aunque para empezar, es aconsejable hacerlo tumbada boca arriba con las piernas flexionadas. Aprieta el suelo pélvico tirando de él hacia arriba, contráelo y mantenlo así mientras cuentas hasta 5 respirando suavemente. Luego, relájalo durante 5 segundos más, y repite la serie 10 veces. Este sólo es uno de los ejercicios de la tabla pero sirve para que te hagas una idea de lo sencillo que es.

Para conseguir una mayor elasticidad de los tejidos alrededor de la vagina el masaje perineal también es clave. Se puede realizar a partir de la 35 semana de gestación y disminuye considerablemente el dolor postparto, la dispareunia (dolor con relaciones sexuales), la necesidad de realizar episiotomía y los desgarros del periné en el parto. Eso sí, siempre debe ser realizado por manos especializadas, acude a una fisioterapeuta experta en masaje perineal y rehabilitación del suelo pélvico en el embarazo. Si se realiza mal no obtendrás los beneficios de un masaje perineal correcto, o incluso puede ser contraproducente puesto que podría distender más la musculatura.

Fortalece el esfínter uretral y ayuda a mantener en la posición adecuada la vejiga para que no descienda, causando incontinencia al final del embarazo y en el postparto.

En las clases de preparación para el parto que se suelen hacer en ambulatorios es muy frecuente la gimnasia con pelotas inflables gigantes (esferodinamia o fitball). Mejora la alineación articular y ayuda a practicar distintos tipos o «alturas» de respiración, tema de vital importancia durante todo el trabajo de parto.

Irene Perezagua

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